jueves, 25 de octubre de 2012

Una vida


Sebastián Agüera Naranjo



Sebastián nació en Coín (Málaga), el 28 de diciembre de 1929, sin embargo en su DNI pone que nació el 1 de enero de 1930. Es el mayor de tres hermanos, padre de seis hijos y abuelo de doce nietos. Sebastián es un pilar importante en la vida de su familia por su papel en ella y por su historia.


Comenzó a ir a la escuela a los 6 años, era un colegio público "La Caridad", que se encontraba en la Iglesia San Andrés. Tenía clases de lunes a viernes de 09:00 a 13:00 y de 14:00 a 17:00. Sebastián iba andando a la escuela, no era un recorrido largo, solo tenía que recorrer unos 300 metros. El material que utilizaba era una pizarra con un pañuelito para limpiarla, un pizarrín y la cartilla primera. En su clase había chicos de distintas edades, no había chicas, el número de compañeros oscilaba entre los 25 y 30. Su profesor era don Ramón, utilizando la cartilla les enseñaba las vocales... Les iniciaba en la lectura. Conforme iban avanzando pasaban de la cartilla primera a la segunda y después al catón. Sebastián recuerda un lección del catón que decía así:

"Envidiando la suerte del cochino un asno maldecía su destino, mientras yo trabajo y como paja el come grano y engorda."

Como hoy en día había quien tenía ganas de aprender y estaba atento a las explicaciones, y quien salía de la escuela como había entrado, sin saber nada. Sebastián era de los pequeños de la clase, y cuenta que siempre estaba muy atento a las explicaciones del maestro. Tenía un pequeño descanso, en el cual aprovechaban para salir al patio, pero a diferencia de hoy en día no llevaban bocadillos para el descanso ni nada. Tampoco tenían comedor ni actividades extraescolares.

Cuenta que exisían castigos que consistían en castigarlos sin recreo, ponerse de rodillas o mantenerse en cruz sujetando libros en las manos. No eran castigos severos, duraban poco. A él lo castigaron una sola vez, fue porque estaba jugando con un compañero, "peleándose" con él. Lo mandaron a ponerse en cruz y sujetar un libro en cada mano. El maestro era serio pero muy bueno enseñando, exitía una buena relación entre maestro y alumno. Recalca que antes se le tenía más respeto a los profesores que hoy en día. No había relación entre padres y profesores.


"La Caridad", iglesia San Andrés 1929



"La Caridad", iglesia San Andrés 2009



Sebastián recuerda que un día llego a su escuela una inspección de Málaga, y que les iban a hacer una foto, pero tenían que pagar 2 reales, asi que fue a su casa e hizo lo posible para que le diesen el dinero para la foto. Al final lo consiguió, su madre y su abuela le dieron el dinero. Llegó el último asi que le tuvieron que poner una banqueta para que se le viese en la foto. Sebastián es el primer niño por la derecha de la fila de arriba.





Al poco de entrar Sebastián en la escuela estayó el movimiento en España. Comenzaba la Guerra Civil Española, algo que jamás se lo olvidará.

A los 7 años y medio nuestro protagonista tuvo que dejar la escuela. Era el mayor de los hermanos y tuvo que cambiar las lecciones por el trabajo, tenía que ayudar a su madre a sacar la casa adelante. Esto sucedió tras la muerte de su padre. Sebastián aún se emociona cuando narra aquel suceso. Cuenta que cuando cogieron a su padre preso él iba todos los días a la cárcel a llevarle un café a su padre, y el almuerzo. El 26 de agosto de 1937 mataron a su padre. Sebastián estaba jugando en la calle cuando le dieron la noticia. "Fue entonces cuando comenzó la lucha, eramos cuatro en la casa y teníamos que seguir comiendo". Tiempo después aparecieron unos papeles donde se exponía que su padre era inocente de los cargos imputados y donde se le concedía la libertad. Pero ya era demasiado tarde, Juan Agüera Cárdenas ya descansaba en paz.


Cuenta nuestro protagonista que cuando pasaban los flechas buscando a los niños no escolarizados para llevárselos a la escuela el se escondía y que nunca le pillaron.

Sebastián junto a su madre se dedicó a ir casa por casa vendiendo. Tuvo que mejorar su lectura por su cuenta, para ello utilizó una revista de Roberto Alcázar y Pedrín. Como no manejaba bien del todo ni la escritura ni la lectura ideó un sistema para saber quien y cuanto dinero le debían las personas. Dicho método consistía en apuntar el nombre de la persona y debajo hacer circulitos dependiendo de la cantidad de dinero que le debiese. Por ejemplo, si "María" le debía 8 duros, pues escribía su nombre y debajo hacía 8 circulitos, si iba otro día a casa de María y esta le pagaba 4 pesetas pue al primer circulito le ponía cuatro rayitas. Cuando llegaba a 5 pesetas tachaba un circulito, eso quería decir que le había pagado un duro, es decir, 5 pesetas equiparaban 1 duro. Con este método nadie le podía engañar en el dinero que le debían.







Años después tuvo la oportunidad de retomar sus estudios, acudió a la escuela nocturna de don Jose Tejada, con la ayuda de la cartilla, el catón y el libro mejoró su lectura y escritura, y se inició en las cuentas.


A los 10 años asistió a la escuela de su tío Antonio, iba a casa de su tío en horario nocturno. Había unas 40 personas. Aprendió a multiplicar, dividir... "a manejar las cuentas, que es lo que había antes". Sebastián cuenta que una vez se atrancó en la tabla de multiplicar del 7, exactamente en 7 por 7, y su tío como castigo le dió tal tortazo que aún no se le ha olvidado. Estuvo en la escuela de su tío un año.

Más tarde, dió clases con una maestra, eran 4 alumnos, 3 niñas y él. Tenía que pagar 25 pesetas al mes. Con ella perfeccionó su lectura y el manejo de las "cuentas". Acudió durante 6 meses.






Sebastián trabajó vendiendo cosas de puerta en puerta con su madre desde 1937 hasta 1943, también se dedicó a la cría y venta de guarros, después su madre le enseñó a amarsar pan. Un panadero del pueblo les aquilaba el horno y ellos iban allí a hornear el pan que ellos había hecho para después venderlo. En 1943 pudieron poner una panadería propia en su casa. En 1980 cuando Sebastián ya estaba casado se mudó y preparó su nueva casa para poder tener una panadería en ella. En la parte de delante de la casa era donde ellos hacían la vida diaria y dentro (en la parte trasera) era donde tenían el horno y la panadería en sí, aunque el mostrador lo tenía por la parte de delante. En 1987 se transladaron a una coperativa, pero no funcionó, asi que en 1991 volvieron a poner la panadería en su propia casa. En 1996 montó la panadería en una nave en el polígono industrial Lourdes, en Coín, y desde entonces hasta que se jubiló estuvo trabajando en ella. Actualmente "Agüepan" (la panadería) pertenece a uno de sus hijos, pero cada uno de sus 6 hijos a trabajado en ella, han ayudado en casa desde pequeños, han hecho todo lo posible para que la empresa saliese adelante y parece que le ha ido bien.












Actualmente Sebastián está jubilado y su mayor pasión es ir a su terreno, a trabajar el campo, a cuidar a sus animales y otras actividades. Vive feliz en Coín con su esposa Fuensanta.




Laura Agüera Urbaneja
Primaria, 1º D



No hay comentarios:

Publicar un comentario