lunes, 22 de octubre de 2012

NARRACIÓN DE HECHO HISTÓRICO


HISTORIA DE LA ESCUELA – NARRACIÓN DE HECHO HISTÓRICO
A continuación voy a narrar la vivencia de un señor mayor durante su etapa escolar, el cual ha preferido que no aparezca su nombre por cuestiones ajenas a mi voluntad.
Este señor pasó toda su infancia en Melilla y la situación política colindaba bastante con la de Marruecos. En España la Segunda República daba sus últimos coletazos, que derivó en una Guerra Civil y que posteriormente desembocaría en una larga dictadura, la dictadura de Franco. Por otra parte, la situación social que dominaba la situación me comentaba este señor es la de igual trato entre los ciudadanos, es decir, no existía una gran diferencia de clases, por lo menos en Melilla.
Nació en 1929, y comenzó la escuela con 5 años. Lo más común era que los niños/as de esa época estudiaran en un colegio público, y así fue; sin embargo no recuerda el nombre del mismo. Vivía cerca del colegio, aproximadamente a unos 100 metros e iba andando hacia allí. El señor me define la escuela como una especie de nave en la cual dentro de ella había solamente dos puertas, ya que la escuela separaba a las alumnas de los alumnos; la clase estaba formada por la mesa del profesor, un crucifijo encima de la pizarra, la propia pizarra y tres filas de mesas para los alumnos/as. Sí existía diferencia de edades dentro de la misma clase, ya que antiguamente no había muchas escuelas que albergaran a tantos alumnos/as como ahora, y el colegio no era mixto como he dicho antes, pero en el patio del recreo si se mezclaban los niños con las niñas. La clase constaba de unos 30 alumnos aproximadamente y solamente un profesor (hombre para los niños y mujer para las niñas) impartía todas las asignaturas al alumnado. La figura del maestro era muy respetada, el profesor estaba por encima de los alumnos. En esa época este señor me contó que estudiban las asignaturas básicas (Geografía, Historia, Lengua…) y que su favorita era Historia aunque se le daban bien todas por lo general. El método de enseñanza del maestro era autoritario, y su horario era de 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:00.
Un día normal para este hombre era:
Levantarse a las 7:30 de la mañana, desayunar, repasar las lecciones del día anterior, ir a la escuela, jugar con los compañeros en su tiempo libre y volver a casa a aprenderse la lección dada en ese día. No había comedor, por eso dejaban marchar a los alumnos a sus casas para almorzar y luego volver a ir al colegio. Lo que sí existían eran actividades extraescolares, como por ejemplo una vuelta con el colegio por Melilla.
Antiguamente existía una fuerte influencia religiosa , y política no demasiada comenta este señor. La disciplina no era muy dura, aunque si impartían castigos, como por ejemplo dar con una regla en la mano al alumno. Este hombre sí sufrió un castigo por salir del colegio antes de tiempo. Su castigo al día siguiente fue que a la hora de comer él no salió de la escuela y se quedó limpiando la clase. Este señor concretamente estuvo en la escuela hasta los 16 años, y partir de ese momento empezó a trabajar, primero en el campo, y luego de chófer de automóviles, por tanto no le sirvieron los estudios demasiado para su futro profesional. La relación entre padres y profesores era prácticamente inexistente. En clase no se podía exponer su opinión al profesor porque él siempre tenía la razón, si le llevabas la contraria sufrías un castigo. La relación maestro-alumno era de respeto absoluto hacia la figura del profesor. Este señor vive su experiencia escolar con gratitud, lo pasaban bien y sobre todo en el patio del colegio cuando jugaban con la pelota entre los compañeros.

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