sábado, 20 de octubre de 2012

ENTREVISTA

              

                     Recuerdos de Auxiliadora Madrid


Se me ocurrió hacer esta entrevista a una amiga de mi padre, compañera del grupo de teatro al que ambos pertenecen. Ella se llama Auxiliadora Madrid Maqueda, nació en Ronda en el año 1952. Hija de una familia de clase media, su padre administrador de fincas y su madre dedicada a las labores de su casa como era costumbre en aquella época.
De la fecha de su nacimiento resulta que esta mujer creció en una España de régimen político dictatorial, pues el gobierno de aquel entonces lo regía el general Franco. El ambiente social era de represión, de escasez económica y de otras muchas necesidades, no olvidemos que todavía estaban recientes muchas heridas de la Guerra Civil Española, pero al propio tiempo España comenzaba a despegar de tan luctuoso acontecimiento. Ni que decir tiene que el ambiente cultural era limitado y muy vigilado por la censura de la referida dictadura.

Auxiliadora Madrid dio sus primeros pasos en una casa particular llamada ``miga´´ que era frecuente en estos pueblos de Andalucía, donde una señora con ciertos conocimientos custodiaba a los niños pequeños (lo que hoy en día son las guarderías infantiles).A los seis años de edad ingresó en el colegio de la Inmaculada del pueblo de Ronda, centro privado de enseñanza de la Congregación de hermanas de San José de la Montaña. Dicho colegio se dedicaba exclusivamente a la educación de alumnas y se encontraba a corta distancia del domicilio de Auxiliadora.
A continuación hago referencia a recuerdos y vivencias de ella en aquella época: 
Su colegio estaba situado en la plaza de Carmen Abela, se trataba de una gran casa de tres plantas de paredes blancas con ventanales y balconería de la tradicional forja del hierro rondeña.
Recuerda con especial cariño la portería de la entrada al colegio, su amplitud y luminosidad, y en él a la hermana Madre Camino que hacía la función de hermana portera.                         
Cuenta que las aulas tenían cabida como para treinta o cuarenta alumnas aproximadamente, y que todo su profesorado lo ejercían exclusivamente las hermanas religiosas. El material didáctico era escaso pero muy práctico, sonríe al recordar aquel ``lapicero de madera´´ de dos cuerpos donde se guardaban los lápices de colores, las gomas, aquellos sacapuntas, el compás...Igualmente recuerda como sus padres y ella misma forraban los libros de texto, el olor de las páginas de estos. Las clases de gramática, de historia, de religión, de matemáticas y especialmente las prácticas de caligrafía y ortografía; decía ¿Qué fueron de aquellas redacciones y dictados?...   
Me comentaba con alegría como era el uniforme de invierno: vestido con falda plisada azul marino con cuello de plástico, y el de patitas de gallo gris y blanco para primavera, sin olvidar los velos blancos de tul para los oficios religiosos.
La jornada escolar se realizaba por la mañana de nueve a una con un recreo intermedio y por la tarde de tres a cinco o cinco y media.Entre clase y clase se escuchaba el toque de campana que anunciaba el inicio y el final de la misma. A primera hora de la mañana todas las alumnas se alineaban en fila, y después de una oración acompañada a veces de un cántico, las alumnas se dirigían a sus respectivas aulas.

Algunas anécdotas inolvidables: 

- Recuerdo que un día en clase charlaba con una compañera cuando de pronto y por detrás la hermana Pilar (que era algo violenta) me sorprendió y me dio con la campanilla en la cabeza, sentí más miedo que dolor, sobre todo porque la hermana Pilar tomó a mi amiga por las trenzas y la amarró al pupitre (¡Menos mal que yo tenía el pelo corto!). –

- Como colegio religioso al que pertenecíamos era costumbre acompañar el día de la Patrona en procesión a la Virgen de la Paz. Íbamos en fila muy cerca de la acera, vestidas con el pulcro uniforme y el velo blanco de tul, recuerdo que los chicos que contemplaban el cortejo de vez en cuando nos tiraban de velo -

 Al entrevistar a Auxiliadora he conseguido adentrarme y conocer un poco más como era la educación de antes, y digo era,  porque como es de apreciar se han dado bastantes cambios a lo largo del tiempo.Me gustaría resaltar la forma en la que Auxiliadora contestaba a las pregunta que le hacía, con un tono efusivo, con añoranza de lo que fueron aquellos años de su vida.  Y es que es una etapa realmente importante en la historia de nuestras vidas, una etapa que nos marca y queda en nuestro recuerdo como unos de los mejores años.
Por último, añadir que ha sido una forma amena y entretenida de conocer la educación de aquella época a través de una persona que la vivió.


                                                             Ana Becerra Martínez, 1ºD, Educación Primaria - Historia

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