miércoles, 24 de octubre de 2012


Entrevista:
 “Narración de un hecho histórico”

En esta entrevista hablaremos sobre Mª Carmen R. A. que ha sido durante toda su vida una gran profesional en el campo de la enseñanza.

Mª Carmen nació en 1949 en Málaga capital, y residió en Villa Nueva de la Concepción, lugar en el que comenzó su formación educativa a una temprana edad, a los 4 años, debido a que con esa edad Mª Carmen ya sabía leer y escribir, y dice que se aburría en casa; la admisión en los colegios era a los 6 años, pero como una de las maestras de entonces era conocida de la familia, entró y pudo comenzar antes.

El colegio al que asistía era un colegio público, y se llamaba “Colegio de niñas de Villa Nueva de la Concepción”. La escuela se encontraba a una corta distancia de su casa y por ello siempre iba andando a clase.
El colegio estaba situado en un piso alto, y debajo de éste, se encontraba la vivienda de la maestra.
Las clases eran unitarias, es decir, los alumnos de una misma clase tenían edades muy dispares, desde 6 a los 14 años, y en las clases y en el colegio en general solo había chicas puesto que no era un centro mixto.
Los alumnos que se podían encontrar en una clase en aquel entonces era mas o menos de unos 40, y solo había un maestro en total, maestra en este caso, para todos ellos.
El maestro en esta época ejercía como una figura de gran autoridad, es decir, se le tenia muchísimo respeto.
Las clases se organizaban por asignaturas, y estas estaban en una enciclopedia que recogía todas las materias generales, que eran: lengua, matemáticas, conocimiento, formación del espíritu nacional, labores, religión y urbanidad, de las cuales, las matemáticas, eran sus preferidas y dice haber tenido un gran entusiasmo por estudiar; entusiasmo el cual se ha visto reflejado en su futuro como maestra.

Los materiales que utilizaban, por lo general eran el lápiz, la goma y el sacapuntas. También, como no había bolígrafos, usaban la pluma y un tintero. También tenían reglas, aguja e hilo de coser, agujas de punto y lana para la materia “labores”.

El método de enseñanza utilizado se puede decir que era personalizado y adecuado a cada clase, es decir, diversificado según la capacidad y la edad de los alumnos.

El horario que tenían era por las mañanas de 9:30 a 12:30, a ésta hora se iban a sus casas para almorzar, ya que no existían comedores escolares, y por la tarde de 16:00 a 17:00, excepto los jueves que los dedicaban a hacer excursiones; todo esto entre semana, y aparte, los sábados de 9:30 a 12:30.

Las clases diarias estaban organizadas por tres filas de bancas dobles, y en cada fila se sentaban diferentes alumnas dependiendo de la edad y nivel.
La influencia de la religión y la política era muy recalcada en esta época, aunque en su caso concretamente la disciplina no era excesivamente dura, cosa que no quita que existiese un grandísimo respeto como ya hemos mencionado antes, igualmente, en estos años son en los que existía como sabéis el castigo físico, pero esto dependía en gran medida del maestro que te tocara por así decirlo, y ella por suerte no recibió ningún castigo de este tipo en ninguno de los 5 años que estuvo en la escuela, ya que posteriormente continuó sus estudios por libre y accedió a bachillerato mediante una prueba en el colegio “Vicente Genil”.

La relación entre padres y alumnos era enorme, de tal manera que si por ejemplo te castigaban en el colegio, al llegar a casa y contarle a tus padres lo ocurrido, ellos te pondrían hasta otro castigo, con lo cual sí, existía gran influencia.

Respecto al tema de la propiedad intelectual, como el mostrar tu opinión ante los profesores, era algo que no se podía hacer, es decir, no podías expresar lo que pensabas, tus propias ideas, pero aun así, Mª Carmen afirma que es algo que no te pasaría por la cabeza, simplemente no se te ocurriría, por ese mismo respeto que existía entre alumnos y profesores, a pesar de que aún así la relación entre ellos solía ser buena y cariñosa, en este caso en concreto.

Y para finalizar nos deja con un buen recuerdo de esos años; cuenta como cada mes de mayo las alumnas preparaban poemas para ir a recitarlos los sábados en misa. O también las comuniones, que se celebraban en la iglesia pero que la celebración posterior se realizaba en el mismo colegio donde eran los propios maestros quienes la organizaban.


Francisco Javier Claros Fernández
1ºD
Educación  primaria, Historia.

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