martes, 13 de marzo de 2012

Historias de vida

Concepción (Concha) nació el 25 de noviembre de 1935, con apenas 4 años comenzó la escuela en un colegio público. Éste se situaba muy cerca de su casa por lo que no necesitaba de vehículo alguno para desplazarse. El colegio era muy pequeño y en su clase ella era la más pequeña porque la profesora era amiga de sus padres, pero no había mucha diferencia de edad.

“yo era la más chica de la clase y la profesora me sentaba en el suelo, encima de un cojín y al lado de su mesa”.

Su clase era mixta y estaba comprendida entre 25 y 30 alumnos. Tenía una sola profesora, a la que quería mucho, se llamaba Carmela, por lo tanto para ella la figura del maestro era una maravilla ya que la recuerda con mucho cariño. Las asignaturas que daba en principio fueron matemáticas, lengua y religión, más tarde historia y su asignatura favorita, geografía, aunque nunca le gusto mucho estudiar ya que le resultaba algo muy aburrido y prefería divertirse con sus amigos.

Los materiales escolares utilizados eran el carboncillo, la pluma y algún que otro mapa para conocer los ríos. Los métodos de enseñanza eran muy simples, el uso de la pizarra, cuentos, enciclopedias y como he mencionado anteriormente algún que otro mapa.

El horario escolar era de 9 a 13 con un descanso para comer en casa, ya que no había comedor escolar, y por la tarde de 15 a 17. No recuerda ninguna actividad extraescolar ni influencia política en su escuela, tal y como señaló:

“la gente de mi época cuenta que les ponían a cantar el cara al sol, en mi escuela nunca lo cantamos”.

Influencia religiosa si que había, ya que daban clase de religión.

La disciplina en su escuela no era de ningún modo dura, se impartían algunos castigos como encerrarlos en una habitación 15 minutos, o castigados contra la pared, pero castigos duros de pegarles, sólo recuerda cómo a un amigo suyo le pegaron un tirón de orejas para sacarlo de clase. Ella nunca sufrió ningún castigo, era un poco traviesa pero solo le llamaban la atención regañándola y no castigándola.

Concha, estuvo en la escuela desde los 4 hasta los 16 años, estos estudios en un futuro profesional no le sirvieron de mucho tal y como me contó:

“Yo no hice bachiller no quería estudiar, sólo estar con mis amigos y divertirme, pero luego con el tiempo al ver a mis amigas con sus carreras de profesora y yo simplemente trabajando en Carlos Haya limpiando a los enfermos me arrepentí mucho”.

Ella hizo un módulo de auxiliar enfermería y estuvo 25 años trabajando en el hospital Carlos Haya.

Entre padres y profesores si existía relación, ya que su madre murió cuando tenía tan solo 9 años y tanto sus tías como su padre se preocupaban en ir a hablar con la profesora para saber si realmente estudiaba, también podía exponer su opinión a los profesores sin ningún problema, ya que la relación entre maestro-alumno era buena.

Algunas anécdotas que puede recordar, es cómo una vez en clase de geografía una compañera y ella se amarraron juntas con un cinturón y cuando la profesora llamó a su compañera para salir a la pizarra se tuvieron que levantar las dos y andar juntas ya que estaban amarradas y toda la clase se rio mucho. También recuerda cómo a un compañero asustado un día en el que había que vacunarse le intentó calmar hincándole la punta de una pluma para engañarle y decirle que no dolía tanto el pinchazo de la vacuna.

OPINIÓN PERSONAL

Con esta entrevista he podido observar que no todas las escuelas eran iguales en aquella época, en la que yo tenía la idea de que en todas había gran influencia política y castigos muy duros. Por ello al ver que su escuela no era mala yo pienso que esto se debía a que su familia era de derechas y tenían dinero (Como ella me dijo). Me ha dado mucha pena ver cómo en entrevistas de mis compañeros hay personas que querrían haber estudiado pero su situación no se lo permitía mientras que Concha no tenía ningún problema para estudiar, pero no lo hizo por el simple hecho de

“disfrutar con otras cosas y no con los libros, que para mí eran muy aburridos, además yo soy una persona muy educada todo el mundo me lo dice, los estudios no tienen por qué ser el mejor método para tener una buena educación”.


Marina Villarrubia Tello
1º Grado Pedagogía

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