martes, 13 de marzo de 2012

Historia de Francisco


Historia de Francisco

73 años
La Roda de Andalucía (Sevilla)
Agricultor jubilado
Casado y padre de dos hijas.


El municipio de La Roda de Andalucía se encuentra en el rincón Sureste de la provincia de Sevilla, pertenece a la Comarca de Estepa y la zona geográfica Sierra-Sur Sevillana.




Año próximo al nacimiento de Francisco (1938) fue el año 1936, año aciago y conflictivo, rompiéndose el equilibrio social y la convivencia nacional con la terrible guerra civil.

Fuerzas del bando nacional compuestas por una Bandera de la Legión, al mando del Comandante Castejón, entraron en la población el 29 de Julio de 1936, por la carretera de Estepa, ocupándola sin apenas resistencia, pues sus habitantes, la mayoría por miedo, habían huido hacia Málaga, en un tren preparado al efecto.

Fue, La Roda, protagonista también del paso por su calzada principal de un fuerte contingente de tropas expedicionarias italianas denominadas “Flechas Negras”, en similitud con las Brigadas Internacionales del Bando republicano.

El año 1940 sería tan aciago como casi toda la década, que fue conocida con el apelativo de “años del hambre”; los años del “piojo verde” y del tifus exantemático; de las cartillas de racionamiento y de las colas, del maquis, del estraperlo. Años muy difíciles y tristes.

La población alcanzó los 5.110 habitantes.

Los trabajos que se realizaban en el pueblo antiguamente, estaban relacionados con la agricultura, eran entre otros: la siega, cava de pies, hacer suelos, la recolección de las cosechas de aceitunas y cereales, etc. Se empezaba por la mañana y se terminaba con la puesta del sol.



Francisco nació en el seno de una familia humilde.



 El era el más pequeño de ocho hermanos, tres niñas y cinco niños.

Su madre era ama de casa y en el invierno trabajaba algunos jornales en el campo.

Su padre era ferroviario, también trabajaba fuera en Algeciras. En aquellos tiempos,
este sueldo no era suficiente para mantener a tantos en la familia, por lo que el y otros hermanos se vieron en la necesidad de trabajar desde una temprana edad, en especial el.

En casa de Francisco se pasaba hambre, dice sonriendo "todavía tengo tripas sin estrenar", llegaron a comerse las cáscaras de los plátanos sus padres para dale la mejor comida a sus hijos y en especial a Manuel, el cuál estaba enfermo.

Sus hermanas no trabajaban, sólo la mayor (Dolores) de sirvienta en la panadería del pueblo.

Sus hermanos trabajaban en RENFE (Luís, Antonio, Rafael y Manuel posteriormente).




El mayor Manuel, estuvo en Madrid estudiando el bachillerato pero tuvo que dejar sus estudios por que no había suficiente dinero e ingresó en RENFE como sus hermanos, aunque le hubiese gustado seguir para hacer medicina.

Sus demás hermanas emigraron a Barcelona para encontrar trabajo.

También ha hablado de cómo era el miedo que se respiraba en cuanto a política se trabaja en su casa, ya que nunca se podía hablar de ello.

Recuerda entre risas algo que a el le encantaba, se trataba de una emisora clandestina llamada "La Perinaica" donde se hacía una crítica al régimen franquista "decía todo lo que pasaba en España y no se podía escuchar por que la guardia que salía por las noches no quería que se supiese nada" recuerda con cierta añoranza.

También me dijo antes de empezar esta entrevista, que el  hecho por el cual el no pudo estudiar, se prometió el mismo que a sus hijas o nietos no le pasaría lo mismo.

Por ello el se fue para ayudar a su nieta a Sevilla, ayudándole a instalarse y en el coste que la carrera de empresariales le supuso, a pesar del poco sueldo que tenía de una jubilación de trabajador eventual, le ayudó a su nieta con los gastos para que ella pudiese continuar sus estudios y finalizar la carrera posteriormente.


Francisco comenzó a ir al colegio a la edad de 6 años.

El fue a un colegio particular. Las escuelas particulares no las impartían maestros, eran conocidos del pueblo que sabían leer y escribir y se desenvolvían en las cuentas.

Se dedicaban solamente a ello y se les pagaba a diario (una gorda o un real recuerda).

Aunque no iba todos los días, ya que no había siempre suficiente dinero en casa como para poder pagarlo.

Esta escuela era por cuenta ajena, la del gobierno, el otro tipo de escuela que había en el pueblo era pública, se pedía que fuesen los alumnos todos los días y por ello no se apuntó por el hecho de verse en la obligación de trabajar para llevar dinero a casa.

Las clases de Don Ambrosio, nombre del maestro de Francisco estaba muy cerca de su casa, a unas dos calles e iba corriendo ya que siempre llegaba con la lengua al afuera (recuerda entre risas).

Al preguntarle sobre sus asignaturas me hace referencia a las "cuentas" y el dictado.

En las cuentas ellos aprendían a sumar, restar, multiplicar y dividir.

También hacían dictados de lengua española, auque eran las cuentas lo que más le gustaba a Francisco.

Las clases se daban en la casa de la madre de Ambrosio.

Donde contaba con aproximadamente unos diez o doce compañeros por turno de clase.

Estos alumnos tenían poco entusiasmo hacia el estudio. Francisco cree que era por el hecho de ser demasiado pequeños y deseaban salir unos para jugar y otros para irse a trabajar con sus padres  o "donde se pudiese", cualquier trabajo era bueno para aquellos años donde era suerte que te pudieses encontrar un pan duro …

Estos alumnos tenían un intervalo de dos años de diferencia de edad.

Recuerda que, los que estaban más "adelantados" los ponía Ambrosio en el horario de mañana o una hora después, cuando terminaban los demás.

Eran todos niños, no había ninguna niña en las escuelas particulares, las niñas recuerda, en aquella época no estudiaban.

Las madres las apuntaban a la costura para coser su "ajuar" y eran muy pocas las que entraban a las clases de la escuela del gobierno.

Francisco recuerda a Don Ambrosio como una persona demasiado reservada, pero cree que sería para que le tuviesen respeto los niños ya que cuando lo veían por la calle (ya que el también era del mismo pueblo) era más "tratable".

Ambrosio estudió teología y hablaba mucho de la religión.

Rezaban al entrar a clase, pero Francisco nunca lo hacía, sólo movía los labios y tampoco se presinaba por que nunca le ha gustado eso me explica añadiendo su particular pensamiento religioso.

Ambrosio era de "derechas" de ideología franquista, por lo que no podían expresar su pensamiento.

También habla que eran muy pequeños para hablar de política y sus padres les decía que no  se hablaba de ello en la escuela.

El maestro no tenía preferencias en cuanto a sus alumnos "éramos todos iguales", no distinguía por clases sociales de pobres o menos pobres, ya que allí era raro el que se salvaba.

Sólo se diferenciaban entre ellos ya que unos en lugar de chanclas tenían zapatos.

Ambrosio era muy severo al explicar las cosas, no gritaba, hablaba bien sin gritarles,"ahora que cuando pegaba, pegaba".

"Recuerdo una vez que intenté copiarme del compañero de al lado y me pegó con una regla en la mano. Pegaba con la regla en la mano cuando nos portábamos mal y nos amenazaba con que si volvíamos a actuar así nos pegaría de nuevo".

En sus clases  no se podía expresar la opinión que tenían sus alumnos, recuerda Francisco, "allí se iba a escucharle a el y advertía que a sus clases no se iba a charlotear si no a aprender y atender a lo que el decía".

Los alumnos se dirigía a el de "usted", nunca le tuteaban.

Siempre se dirigían a el con mucho respeto ya que sus padres hacían especial hincapié a que se lo tuviesen.

Mi padre siempre me miraba la "cartilla" , el cuaderno de clase, para ver si era verdad que había estado en las clases de Don Ambrosio y como decía el "no tenga que pasar una vergüenza si me lo encontrase por la calle y me hable mal de mi hijo".

 Don Ambrosio tenía relación con los padres de los alumnos ya que este era del pueblo y fue por mediación del padre de Francisco por lo que pudo ir a estudiar a casa de Ambrosio, ya que habló con el para ver si podía asistir su hijo a sus clases de la tarde.


El método de enseñanza de Don Ambrosio era llamar a los alumnos para salir a la pizarra para practicar las cuentas.

Primero daba paso a las cuentas y posteriormente  enseñaba las letras y más adelante el dictado, el cual recuerda que era fácil ya que Don Ambrosio no podía entretenerse mucho ya que había dos relevos en el turno de tarde.

Estas clases se daban por la tarde y duraba una hora más o menos de lunes a viernes.

A estas clases se llevaban como materiales una libreta, que llamaban "la cartilla" para las cuentas y otra para hacer el dictado.

Lápices y una pizarra pequeña para no tener que gastar tantas hojas de las libretas.

Escribían en estas pizarras con un "pizarrín" parecido al carboncillo con el que hoy se dibuja.


Un día normal para Francisco era levantarse y desayunar cuando se podía, más tarde se iba a trabajar ayudando a un hombre de cabrero, sobre las 8 de la mañana recuerda.

Llegaba a casa a las tres comía y jugaba un poco con sus hermanos, más tarde se iba a las clases de Don Ambrosio.

Ese era su día a día, los fines de semana iban a misa y algunos días también trabajaba, no paraba casi ningún fin de semana y pocos eran los que podía salir a dar un paseo con sus amigos de la calle.

Francisco estuvo en la escuela desde los 6 a los 12 años, más o menos aunque no completos ya que iba cuando podía pagarle a Don Ambrosio.

Tuvo que dejarlo a los 12 años ya que consiguió un trabajo en un "tejar" donde se fabricaba tejas y ladrillos, el era "el que arrimaba el barro" y después había gente más especializada para hacer los ladrillos.


A Francisco le sirvió estos años de estudio para leer las cosas cotidianas (periódicos, algunos libros, cartas, etc.) ya que no pudo seguir estudiando.

Aunque recuerda que gracias a la ayuda de su hermano Luís (mi abuelo) consiguió aprender aún más y poder leer con más soltura autores como Miguel Hernández el cual le encanta.

Destaca de su experiencia escolar el poderse defender en la vida con lo poco que Don Ambrosio le enseñó, pero le hubiese gustado aprender más ya que se las hubiese podido "apañar" mejor y ver a su familia más feliz ya que aquellos no eran unos tiempos fáciles.

También hizo allí muchos amigos que hoy día conserva gracias a aquellas clases.


PAREJA PRIETO, Diana
1ºB Grado Pedagogía
Historia de la Educación

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