martes, 1 de noviembre de 2011

Práctica 2ª. Narración de hecho histórico

Datos del entrevistado


Nombre: José Antonio Navarro Redondo
Fecha de nacimiento: 07/10/1944
Lugar de nacimiento: Linares (Jaén)
Duración etapa escolar: 1950-1958




Contexto político: Tras la guerra civil española, en España se vivía una situación de posguerra, y Franco se había convertido en jefe del ejército, jefe del partido único, jefe del Estado y presidente del gobierno. Del mismo modo, se llevó a cabo una brutal represión de la oposición, la cual quedó relegada al exilio, a los campos de concentración, a los pelotones de ejecución y al silencio más absoluto a través de una férrea censura.
 
Contexto económico: España conoció una profunda recesión económica, y los factores que provocaron esta recesión fueron, por un lado, los efectos de la guerra civil, y por otro, la ineficaz política económica aplicada por el franquismo: la autarquía, la cual se basa en que un país debe abastecerse con su propia producción y reducir al máximo el contacto económico con el exterior.

Contexto cultural: Durante el período del franquismo, en el ámbito cultural existía una libertad vigilada. Por ejemplo, el cine contenía una propaganda política, y en relación a la música existe una exaltación de la copla, de lo únicamente español.

Fines de la educación primaria durante la dictadura franquista:

a) proporcionar a todos los españoles cultura general obligatoria.
b) Formar la voluntad, la conciencia y el carácter del niño en orden al cumplimiento del deber y a su destino eterno.
c) Infundir en el espíritu del alumno el amor y la idea al servicio de la Patria de acuerdo con los principios inspiradores del Movimiento.
d) Preparar a la niñez capacitándola para ulteriores estudios y actividades de carácter cultural.
e) Contribuir, dentro de su esfera propia, a la orientación y formación profesional para la vida del trabajo agrícola, industrial y comercio.


Etapa escolar de José Antonio:


Antonio realizó sus estudios primarios en un colegio público de infantil y primaria de Linares llamado "Tetuán", desde los seis años hasta los catorce.
El colegio se fundó durante la 1ª república española (1887), por lo que es el colegio más antiguo de Linares, el cual aún continúa en activo.
                                          


Antonio se desplazaba al colegio andando, ya que éste se encontraba muy cerca de su casa, aproximadamente a 1km de distancia.
Recuerda que el colegio se asentaba en un edificio antiguo de piedra, constaba de dos plantas y tenía grandes ventanas. El edificio estaba dividido en dos pabellones, uno destinado a los niños y otro a las niñas, ya que no era permitida la educación mixta. Ambos pabellones estaban separados por un gran muro y cada uno disponía de un patio destinado al tiempo recreativo.
Con respecto a las aulas, destaca que en ellas había un crucifijo, fotos de Franco y Primo de Rivera, y mapas, como herramienta de estudio. En cada aula se reunían aproximadamente cuarenta alumnos, donde cada uno de ellos disponía de un pupitre de madera y eran distribuidos por parejas. Tuvo un maestro por cada curso, a los cuales los recuerda como figuras autoritarias que imponían bastante respeto, ya que debía tratarles de "usted" o de "Don" precedido del nombre.
En referencia al material escolar que utilizaba, destaca que debido a su precaria situación económica, sólo podía disponer de un lápiz, un borrador, una libreta, una pluma y un tintero, aunque éste era proporcionado por el colegio.
En cuanto a los libros, me afirma que sólo disponían de un libro grande y grueso, el cual contenía todas las materias. Asimismo, haciendo uso de su cartilla de escolaridad, me explica que existían varios tipos de materias: materias instrumentales (Lectura, escritura, dibujo y cálculo), materias formativas (Religión, Geografía e Historia, Lengua, Matemáticas, formación del espíritu nacional y educación física), y las materias complementarias (Ciencias Naturales, Trabajos Manuales y Prácticas Taller). Y entre los hábitos a valorar estaban: los deberes, la conducta, la puntualidad y el aseo.
Y al hacer un repaso de las asignaturas que estudiaba, Antonio añade que su asignatura favorita era Historia.
Sin embargo, me revela que no había mucho entusiasmo por estudiar, y a la vez, resalta: "esto podía ser debido a que más bien se trataba de una educación estricta y obligada".
Al preguntarle cómo era el método de enseñanza, me cuenta que diariamente los maestros explicaban la lección de la asignatura correspondiente mientras que ellos la tenían que memorizar o apuntar en la libreta, y seguidamente, el maestro les preguntaba o sacaba a la pizarra para comprobar si los alumnos habían estado lo suficientemente atentos, e igualmente afirma que de vez en cuando hacían exámenes escritos. Y asimismo, me cuenta que a diferencia de la actualidad, no realizaba actividades extraescolares.
En cuanto a las notas, Antonio me explica que cada alumno tenía una cartilla de escolaridad donde se reflejaban las calificaciones obtenidas en cada curso, e igualmente al finalizar los estudios primarios recibían un certificado de dichos estudios.








En relación a cómo era un día normal en la escuela, recuerda que el horario de mañana era de 9:00 a 13:00 y el de tarde de 15:00 a 17:00. En primer lugar, al entrar en el colegio, se organizaban en "fila india" y esperaban a ser nombrados para poder entrar en sus respectivas aulas. Una vez que habían entrado en clase, todos debían rezar el "padre nuestro" y el "ave maría", y a última hora de la tarde todos tenían que cantar "cara al sol", debido a la gran influencia religiosa y política que había durante la dictadura de Franco.
Por otro lado, añade que en su colegio no había comedor, sin embargo, cada día, a media mañana, y coincidiendo con el momento del recreo, les servían leche en polvo en un recipiente que cada alumno debía traer de su casa.
Al mismo tiempo, recuerda que en su etapa escolar la disciplina era dura, ya que no había libertad de expresión, y por tanto, la relación entre maestro y alumnos era muy distante, y a esto añade que si algún alumno no se sabía correctamente la lección o hablaba mucho con el resto de compañeros durante las explicaciones del maestro, éste podía recibir distintos tipos de castigo o maltrato físico, como tener que ponerse de rodillas mirando hacia la pared, con los brazos abiertos y aguantando el peso de un libro en cada mano. Otro tipo de castigo que recibía el alumno era un estirón de orejas, o era pegado en la mano con la regla, o bien, encerrado en una habitación pequeña y oscura que estaba aislada del aula. Y añade que, otro tipo de castigo era no permitir al alumno que éste se fuera a casa a comer. Por ello, me cuenta que todos intentaban estar lo más atentos posibles, para evitar dichos castigos por parte de los maestros, y posteriormente del padre.
Además, asegura que no existía relación entre padres y maestros, e incluso añade que la única posibilidad de que ambas partes se conocieran era en el caso de que un alumno hubiera sido castigado, ya que los padres debían ir a hablar con el maestro para que éste les explicase lo ocurrido.
Como anécdota, Antonio me cuenta que en el mismo edificio del colegio había un portalillo donde una mujer alquilaba tebeos, los cuales a él le gustaban mucho. Así que una mañana, antes de entrar a clase, alquiló uno y se sentó en un banco para leerlo tranquilamente hasta perder la noción del tiempo. De manera que, ya era la hora de entrar y al ver que el maestro se iba acercando al edificio se vio obligado a taparse la cara con el tebeo, creyendo que había pasado desapercibido. Cuando finalizó ya era tarde y su profesor estaba en la puerta esperándole, por lo que al verlo le dio un estirón de orejas y otro de los pelos de las patillas.
Por otro lado, Antonio asegura tener gratos recuerdos de su etapa escolar, ya que a pesar de que la disciplina era dura, "me divertía mucho con mis compañeros y aún sigo manteniendo una amistad con muchos de ellos". No obstante, asegura que la enseñanza que recibió en primaria no le ha servido de mucho para su futuro profesional, ya que siempre se ha dedicado a la electricidad, aunque agradece haber recibido unos conocimientos básicos y necesarios para defenderse en la vida como leer, escribir, multiplicar o dividir.


                                             Virginia García Navarro

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