jueves, 3 de noviembre de 2011

Entrevista

Datos del entrevistado
Nombre: Francisco López Rodríguez
Fecha de nacimiento: 26/10/1931
Edad: 80 años
Nacionalidad: Española
Ciudad: Málaga (Torrox)

Nos remontamos al año 1940 en donde el entrevistado comenzó sus primeros pasos en el mundo de la educación, tras la derrota en la guerra civil y en plena dictadura del General Franco. Comenzó a estudiar con 9 años como podemos comprobar hasta los 17 años, más que un colegio eran una serie de casas viejas, dos de ellas dedicadas al género masculino y una al género femenino. Se encontraba la profesora Doña Elisa, dedicada a las chicas, el profesor Don Emilio dedicado a los chicos, al igual que el profesor Don Manuel Castro Fernández, profesor del entrevistado. Francisco vivía al lado de la escuela, a tres minutos, y todos los días como es normal iba andando. Según nos cuenta el entrevistado las clases eran unas habitaciones viejas, en donde el maestro se encontraba en un altar (representando superioridad) y lo chicos en filas. En la primera fila se encontraban los 10 chicos más “listos” y seguido los demás chicos en mesas de cuatro. Francisco era el menor de la clase, la mayoría de compañeros tenían un año más o como mucho dos y como hemos visto no existían las clases mixtas, era algo impensable. Por clase habían unos 50 alumnos. El profesor significaba la autoridad en el aula, este hacía que los alumnos estuvieran convencidos del respeto que por encima de todo le debían. Esta idea de respeto se veía a la vez fortalecida por los padres, ay que los padres de Francisco le inculcaban la idea de obediencia al maestro, hasta el punto que depositaban en él su confianza para que ejecutara las reprimidas que Francisco merecía. Entre las asignaturas que estudiaba se encontraban lengua, matemáticas, geografía, religión y aritmética. La favorita del entrevistado y a la que le dedicaba más tiempo era aritmética. Para el aprendizaje de estas asignaturas empleaba el Catón (libro con textos sencillos para aprender a leer), la Enciclopedia escolar del año 1938 y la cartilla primera y segunda (hojas). El método de enseñanza por el cual el profesor impartía el aprendizaje a sus alumnos era mediante dictados que debían los alumnos aprenderse para decirlos el día siguiente. Durante el trascurro del aprendizaje, Francisco aprendió a leer, escribir, operaciones matemáticas, los números quebrados y las 3 reglas. En cuanto al horario, Francisco tenía un horario de un total de 7 horas, de nueve de la mañana a una de la tarde y de dos de la tarde a cinco.

Francisco se levantaba cada día a las ocho y media para ducharse para ir a clase. Allí el maestro impartía las cuatro primeras horas correspondientes, después cuando terminaba el colegio a las una de la tarde se iba a comer la comida que le preparaba su madre para así volver a las dos y terminar a las cinco. Tras esto, Francisco estudiaba las lecciones mandadas por el profesor y luego se dedicaba a ayudar a su padre a descargar y cargar camiones.
Como podemos ver no era un colegio como los de actualmente, por lo que no había comedor y tampoco actividades extraescolares. En el colegio no existía gran influencia política pero sí religiosa, esta influencia se notaba en la asignatura de religión que era una de las más importantes y obligatoria y en cada clase existía una foto de Franco en la que ponía con letras cursivas “Generalísimo Franco” y junto a ella otra de Primo de Rivera. En cuanto a la disciplina era dura, cuando algún alumno se quejaba en casa de la severidad del maestro la respuesta que se utilizaba en tales ocasiones era: “algo malo habrás hecho”. El profesor como castigo imponía el no poder ir a comer o también cuando no se sabía las lecciones le pegaban con una vara en la mano y luego el profesor debida a la relación que había profesor- padres, le contaba lo ocurrido y estos también castigaban a los niños como veían conveniente. Como podemos deducir no existía relación profesor-alumno, y los alumnos no podían opinar en clase, lo que decía el maestro era lo correcto y no podían cuestionárselo, de hecho ni se les ocurría hacerlo. Durante sus ocho años de enseñanza tuvo el mismo maestro, la misma aula y convivía con sus mismos compañeros excepto los que se iban para poder trabajar.
Tras su trascurso en la escuela, Francisco se dedicó con su padre a ser camionero, viajando por toda España, por lo que la enseñanza impartida no le sirvió de mucho, simplemente el saber leer, escribir y las operaciones matemáticas más básicas. 
Como anécdota no recuerda ninguna, lo que recuerda el entrevistado es que cuando el profesor iba a tomarse un café o a comprar tabaco durante las clases, se quedaban al mando los más “listos” y cuando el profesor no podía asistir a clase por motivos personales venía su hermano, Don Alfonso, a impartir la clase.
Afirma sentirse orgulloso de los estudios recibidos a pesar de que no les hayan servido en un futuro pero gracias a ellos actualmente con 80 años sabe leer y escribir.


                                                                                                                       Cristina Bueno López 1ºD 

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