miércoles, 23 de noviembre de 2011

Entrevista.


Datos del entrevistado
Nombre: Carmen M. P.
Fecha de nacimiento: 16-8-1936
Nacionalidad: Española
Ciudad: Málaga

Los años 30 no fueron años buenos, comenzó con el “crack del 29” que sumió a Europa en una crisis económica que afectó a España, y debido a esto y a un cúmulo de hechos dieron lugar a la Guerra Civil (1936 – 1939). La Guerra Civil terminó con el principio de una estricta dictadura a manos de Francisco Franco y con una posguerra que condicionaba una complicada vida digna. Y además, a nivel mundial se abría la Segunda Guerra Mundial.
Es decir, Los años 30 fueron años crueles, de conflictos y hambre, en los que vivir dignamente eran una misión difícil y, por lo tanto, más difícil aún acceder a unos estudios, pero que a pesar de ello, hubo personas, que con un bajo nivel económico, pudieron acceder a unos estudios.
Hacia el año 1936, en Málaga, nació una niña, que le dieron por nombre Carmen, esta niña no nació en el entorno que merecía, pero no le faltó ni comida ni ropa. Actualmente, ella tiene 75 años y ha tenido una satisfactoria vida con el trabajo del día a día.
Comenzó a estudiar a la edad de 7 años, en un colegio público, llamado popularmente “El muelle”, porque se encontraba cerca de este, situado en Calle Alemania. Aunque entró un poco grande, ella ya sabía leer y escribir, debido a que su padre le enseñó cuando era más pequeña.
Ella iba andando a la escuela, y ayudaba que su casa no se encontrara lejos del colegio, sólo a unos 300 metros.
Su colegio era grande y tenía un patio con flores, su clase era también bastante grande y tenía dos pizarras. Y los cursos que se ofrecían eran desde 1º a 5º.
En su clase solo había niñas, todas de su misma edad, y había niñas de muchos lugares. Su grupo era bastante grande, de unas 30 a 40 alumnas.
Pero a pesar de que su clase no fuera mixta, en el colegio había una clase para niños.
A parte de la escuela, su padre, para ella y sus hermanos, contrató a un profesor particular que era bastante económico por aquel entonces, y así reforzaba lo aprendido en la escuela.
El cuadro de profesores que había en su colegio era mixto, pero aun así, había más maestras que maestros. A ella le impartía clases solo una maestra, a la que se referían como Doña María. A los profesores se les trataba muy bien y con el respeto que merecían, para ella, la imagen del profesor era bastante importante y de autoridad.
Las asignaturas que aprendía eran aritmética, lectura, geografía, historia, matemáticas, y los viernes tenían la actividad de costura. Todas estas materias venían concentradas en un solo libro, llamado “La enciclopedia escolar”. Como asignatura favorita tenía la lectura, ya que le encantaba leer y aprender cosas nuevas. A la hora de estudiar, en su clase había bastante entusiasmo, y por parte de ella aún más, siempre era una de las primeras en clase.
Los materiales que usaban para estudiar eran limitados: “La enciclopedia escolar”, unas hojas (que humildemente compraban poco a poco) y un lápiz.
Los días en clase siempre eran iguales, cuando llegaban por la mañana lo primero que debían hacer era ponerse en fila y rezar de cara al sol, luego, subían a clase y la primera actividad era hacer un dictado, del cual,  la maestra, les preguntaba más tarde. Luego, la maestra los llamaba a la pizarra para decir los números y posteriormente se los llevaba a la mesa para leer. Unas de las técnicas de estudio utilizadas para aprender las lecciones era de memoria.
Su jornada lectiva se dividía en dos: el turno de mañana era de 9h a 12h y el turno de tarde de 15h a 17h. Pero también tenían como obligación ir todos los domingos a misa, y la profesora para saber si iban les preguntaba a modo de examen y trampa de qué color llevaba el cura el hábito.
En su colegio había un comedor, pero por circustancias que desconozco, nunca pudo acceder a él.
Las actividades extraescolares se hacían en ocasiones puntuales, como por ejemplo en navidad cantaban villancicos, y alguna vez que otra tenía representaciones teatrales.
Cómo hemos podido comprobar, la escuela estaba bastante influenciada por la religión, ya que debían ir cada domingo a misa, también los viernes debían ir a catequesis, incluso hasta le hacían chantajes: si no iban a misa no les daban desayuno, e iban a rezar a la iglesia San Juan, pero para entrar en la iglesia le daban un pañuelo para cubrirse la cabeza y los brazos.
Además, había mucha disciplina y castigos que debían cumplir poniéndose de rodillas, aunque ella nunca vivió alguno, porque era una buena alumna.
Su estancia por el colegio no fue del todo larga, estuvo desde los 7 años a los 14 en el colegio de educación primaria, posteriormente estuvo en un nocturno unos dos o tres años y por ultimo ingreso en un colegio de corte y confección. Los últimos estudios le sirvieron de gran ayuda, ya que en tiempos de crisis, ella misma podía fabricar su propia ropa y la de sus familiares por un bajo coste.
Nunca sus padres hablaron con su profesora, porque no tuvieron la necesidad, pues ella nunca tuvo ningún conflicto ni nada parecido.
 Nunca pudo exponer sus opiniones a los profesores puesto que la relación se limitaba a profesor-alumno y era bastante distante, y si alguna vez intentaba exponer su punto de vista y era la contraria a la de la profesora, estos intentaban cambiársela.
Lo que ella especialmente destacaría de su paso por el colegio era la educación, el comportamiento y el respeto que dirigían a sus superiores.
Uno de los recuerdos que le marcó más fue aquellos días en los que repartían comida y le daban pan y leche en polvo, lo recuerda como algo agradable.
Y otro recuerdo que tiene, durante su estancia en la escuela, fue el día que le dieron un premio compuesto por libros, libretas y lápices. Y con gran memoria recuerda el nombre de uno de los libros, “San Ignacio de Loyola”.
Como conclusión, en esta entrevista, he aprendido lo diferente que es la educación actual con la del pasado. Por ejemplo, la de ahora es mucho más “liberal” que la de antes, y también es bastante distinto el respeto que hay y había hacia los profesores.
En mi opinión, creo que la educación ha mejorado, sobre todo en la libertad de expresión, pero ha empeorado en la posición que tenían en el pasado los profesores y maestros.  Pero a cada generación le toca una situación distinta que vivir.

Judith Campoy Gómez

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