Un día en la escuela

La entrevista se le he hecho a mi padre, que  nació en el año 1950, en Ronda. Su padre era Magistrado de la Audiencia de Barcelona y su madre ama de casa. Tiene un hermano menor.

Hasta los 7 años vivió entre Málaga Centro y Alhaurín de la Torre. De los 6 a los 7 años estuvo en una escuela pública de Alhaurín de la Torre. Se fue a vivir a Barcelona y allí pasó sus años escolares en Las Escuelas Pías de San Antón,  privado, donde estuvo hasta los 13 o 14 años años.

Era un colegio sólo para chicos, de clase media o media-alta. Todos los compañeros eran de la misma edad. Las asignaturas que tuvo: historia, geografía,  física, química, lengua castellana, literatura, caligrafía, matemáticas, religión, francés, latín, dibujo, buena conducta,  educación física y formación del espíritu nacional, que era una asignatura política del régimen franquista. Sus asignaturas favoritas eran geografía, historia y dibujo.

A veces había una hora de piscina por lo que varios días a la semana se levantaba a las 7 de la mañana, se iba andando al colegio (estaba a 300 metros) para estar a las 8 en la piscina hasta las 9 y después se iban a dar clases hasta la 1:30. A las 15:30 había que volver al colegio hasta las 18:00. Los primeros años también tuvo que ir a la escuela los sábados por la mañana y normalmente se daban asignaturas más flojas (dibujo, educción física…) Una o dos veces a la semana iban a misa, donde había que confesarse y comulgar.

Dice que el profesor de francés era muy autoritario y quería una caligrafía perfecta. El profesor de lengua también era muy estricto en vocabulario y a veces le pegaba con la regla cuando no se sabía algo. Cuando te portabas mal o te pillaban hablando tenías que copiar mil veces “no hablaré en clase” o “no copiar”. Como premio te daban puntos positivos cuando tenías buena conducta. En religión aprendían el catecismo, los evangelios y la vida de los santos y mártires. También había maestras para los cursos maternales (guardería y primaria), pero en secundaria había menos. Había casi  un maestro por asignatura. La relación maestro-alumno dependía de la forma de ser del profesor. No había mucha comunicación entre los padres y los profesores. Por clase eran unos 25 alumnos.

El colegio era muy grande y las clases estaban bien en cuento a los materiales, había que escribir con plumilla y tintero par hacer caligrafía. No había comedor. Había actividades extraescolares: baloncesto, ajedrez, natación…

Suspendió una asignatura por segunda vez y le aconsejaron que se fuese, entonces  se cambió a la academia El Alpe (privado), donde estuvo repitiendo 3 y 4 de  bachillerato y ese fue su último curso, con 16 años abandonó el colegio porque no se le daban bien los estudios y le faltaba motivación. A él le ha sido útil su educación y las diferencias que ve con respecto a hoy en día son que había que aprendérselo todo de  memoria, y que se le daba mucha importancia a la historia, que se veía de diferente forma, según el régimen franquista.


Mª del Mar Mendiolagoitia Juárez
Historia de la educación
1º de pedagogía