Narración de hecho histórico
He de resaltar
que la realización de la encuesta, ha sido un experiencia agradable ya que ha
sido realizada en una residencia de ancianos de aquí de Málaga y creo que tanto
ellos como yo al finalizar la encuesta nos quedamos con una sensación muy
gratificante.
También
destacar que la señora a la que le realice la encuesta no tiene ningún vínculo
familiar conmigo y a pesar de ello se mostró muy cordial, respondiendo a la
mayoría de las preguntas realizadas.
El nombre de
la encuestada es Adela Benítez Sánchez natural de Granada capital y nació el 20
de febrero de 1938. Su padre era Policía Nacional y su madre se dedicaba a
llevar la tienda que tenía en su propia casa de ultramarinos a la que también
se dedicaban más familiares. Comenzó en la escuela a la edad de 7 años hasta
los 10 años en un colegio privado exclusivamente para niñas, al cual iba
andando porque se encontraba relativamente cercano a su vivienda. Las
características principales de su colegio era un colegio grande y frío en el
cuál era imposible tener contacto con niños y si intentabas tenerlo y te
“pillaban” eras severamente castigada. Y en clase normalmente las niñas eran de
la misma edad, salvo algunas excepciones y serian unas 20 niñas por clase .
Tenía un maestro, el cual solo al recordarlo sin dudarlo lo califica de duro y
estricto y que todos sus castigados eran físicos “los conocidos provocados con
regla y cinturones” y que siempre ponía las notas a la baja para que así te
aplicaras en clase. Una cosa que me llamó la atención un poco es que le
impartían prácticamente las mismas asignaturas que a nosotros: matemáticas,
geografía, religión, música, francés y lengua y su asignatura favorita era
matemáticas. Los materiales que utilizaba eran los básicos lápiz y gomas
“Milán” cuando me lo dijo hecho a reír y me dijo que todavía seguíamos
usándolas. El horario era muy estricto de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:00 y en
ese descanso la mayoría de los días almorzaba en el comedor del colegio, y una
cosa que me impactó aunque cuando pensé en la época que estaba y lo vi desde su
perspectiva no me sorprendió es que los niños y niños de esa época no iban a la
escuela con la intención de aprender y mejorar, es decir, no había un ímpetu
por estudiar, debido a que me explicó que cuando regresaba de la escuela se
tenía que dedicar ayudar al negocio familiar de ultramarinos y el resto de
niños también tendrían que ayudar a sus padres y más en los tiempos tan duros
en los que estaban. La educación en aquella estaba ligada a religión y política
claramente para así inculcarlas a las generaciones más jóvenes los valores del
régimen, pero Adela me dijo que particularmente en su colegio solo impartían la
religión católica pero no se la imponían en su colegio porque la llevaba
impuesta desde su nacimiento. La disciplina tenía un papel fundamental basada
en que los niños tuvieran un comportamiento ejemplar y los castigos estaban al
orden del día, la mayoría físicos y Adela me comentó que alguna que otra vez
sufrió alguno por no saberse el temario de la asignatura o porque hablaba en clase. En la escuela estuvo desde
los 7 años hasta los 15 años, pero algo que para esa época me pareció algo muy
curioso es que a partir de los 11 años sus padres contrataron un profesor
particular en su casa que impartía las clases a ella y a sus hermanos. Sus
estudios específicamente para realizar su trabajo no le sirvieron en demasía
pero sí que para comprender algo mejor la situación en la que se encontraba y
para tener más cultura. Trabajó en una compañía de seguros 5 años, después de
vendedora de cosmética 10 años y acabó siendo agente libre de seguridad hasta
1992, y trabajar le costó un gran esfuerzo porque su marido se lo impedía hasta
que logró convencerlo. Las relación del profesor con sus padres en el colegio
de chicas era nula, pero luego con el profesor particular si que había algo más
de relación. Para finalizar, Adela lo que más destaca de su experiencia escolar
es que a pesar de los tiempos que corrían las niñas de su escuela y los niños y
niñas de su barrio se lo pasaban en grande correteando por sus calles,
divirtiéndose con cualquier cosa y destaca la gran diferencia del nivel de vida
de su época y la actual, pero no está de acuerdo de las muchas facilidades que
se le dan a los niños de hoy en día y solo lo que conseguimos es que no valoren
verdaderamente lo que tienen. La anécdota que me contó Adela es que quedaban
con los chicos, que por cierto si no iban les pegaban, hacían rabona y fumaban
a escondidas o se dedicaban a robar frutas. Aquí dejo una foto con Adela en su
residencia de ancianos, me pareció una persona muy agradable y cordial.
Nombre: José
Manuel Mora Romero
Asignatura:
Historia de la Educación
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