La entrevista fue
realizada a la Señora Carmela Miranda Corrales de 80 años de edad, nacionalidad
Chilena y domicilio actual en la ciudad de Osorno.
Ella Nació en el año
1932 bajo el gobierno de Juan Antonio Ríos, quien mantenía al país en un estado
neutral con respecto a la segunda guerra mundial, tal y como el presidente
anterior (Pedro Aguirre Cerda) lo había anunciado antes de su muerte. Sin
embargo la muerte del presidente anterior y la situación económica del país,
que debido a que el país mantenía relaciones económicas con varios países
implicados en la guerra, mantenía una sensación generalizada de inseguridad en
el mismo. Luego del presidente Ríos, y durante la época escolar que cursó la
señora Carmela Miranda, estaría al mando el Presidente Gabriel Gonzales Videla
quien tendría mucha adhesión en el País debido a las reformas y leyes
promulgadas en su gobierno, como la que estableció los plenos derechos de la
mujer en política, lo que implicó la igualdad cívica con el hombre. También
estableció bases navales para establecer la presencia del país en su territorio
antártico y creó universidades.
Sin embargo también
tendría una fuerte caída al, tras tener variadas disputas con el partido
comunista, declarar la Ley de Defensa de la Democracia, la cual eliminaba la
existencia del partido comunista en el País, siendo criticado como aliado de
los Nazis y de otras formas.
En el contexto anterior
la Señora Carmela fue criada en el campo en sus comienzos hasta los siete años
de edad, sin embargo su escolaridad ya habría empezado de manera informal
asistiendo a las clases de la escuela rural ubicada cerca de su casa pero
solamente como oyente, y también recibiendo conocimientos de parte de su madre,
puesto que su padre no sabía leer ni escribir, que la ayudaron a su temprana
lectura a través de periódicos y revistas comunes.
Luego a la edad de
siete años se mudarían a la ciudad debido a que su padre jubilaría de su
trabajo en el campo, llegando a vivir a una casa situada en la población de
Ovejería en Osorno, donde anteriormente residía uno de sus hermanos. Gracias a
lo anterior asistió a una escuela situada cerca, a no más de tres cuadras de su
residencia, la escuela estatal número seis, donde a mitad del año escolar fue
promovida a segundo año debido a su estado avanzado de lectura. Su escuela era
una casona grande de madera, que tenía un gran patio para sus alumnos los
cuales eran aproximadamente 25 por curso y estos se extendían de primero a
séptimo básico.
En el campo, donde
primero residía solo impartía clases una profesora mujer, en cambio en la
ciudad de Osorno, había profesores y profesoras por igual, en donde a ella le
impartía clase una profesora. Así también las clases eran mixtas para los
alumnos, pero en la asignatura de trabajos manuales, se les dividía por sexos,
en donde los hombres aprendían carpintería y otras actividades manuales y las
mujeres bordado y cosas del hogar.
Las asignaturas en
general eran, Lectura y Castellano, Matemática, Historia, Trabajos Manuales,
Religión y Gimnasia, de las cuales su favorita era Historia, debido a que
enseñaban mucho la historia de Chile, a diferencia del sistema escolar de hoy
en día.
Las clases eran
impartidas durante todo el día, desde las 8:45 de la mañana hasta las 12:00, y
luego una jornada en la tarde desde las 14:00 hasta las 16:00 hrs, por lo que
en el intermedio la escuela les entregaba almuerzo aparte del desayuno de la
mañana. Participaba activamente en uno de los deportes extra programáticos de
la escuela como jugadora de basquetbol.
Los profesores en
general no eran muy estrictos, según cuenta ella, debido a que su padre siempre
estaba atento a ella y sus hermanas, y de que aprendieran lo suficiente, así se notaba la presencia del padre en casa, y de
su preocupación por sus estudios. Su padre constantemente acudía a hablar con
la profesora para informarse del rendimiento de sus hijas, las que llevaban un
muy buen rendimiento al mismo tiempo. Sin embargo algo que llama bastante la
atención es que era solamente el padre el que acudía a hablar con la profesora
debido a que era tomado como labor del hombre informarse y preocuparse acerca
de los estudios de sus hijos e hijas.
Cuenta también como
anécdota que de vez en cuando llegaban cosas de regalo de parte del estado a la
escuela para las familias que lo necesitaran, como ropa, útiles escolares y
alimentos. Pero debido a que la situación económica de ella era estable y
relativamente buena, nunca recibía nada de regalo, por lo que lloraba mucho,
según cuenta ella, y la profesora para consolarla siempre le regalaba dulces y
lápices en modo de compensación.
A pesar de su buen
rendimiento en la escuela, mi abuela no pudo continuar sus estudios en el
Liceo, debido a que su padre ya envejecido no podía mantener del todo el hogar
y ella tuvo que comenzar a ayudar en el hogar para que su madre trabajara
también. Por lo que su educación llegó hasta el séptimo año básico en la
escuela número seis.
Más tarde cuando ya se
encontraba casada, y por enfermedad de su marido tuvo que aprender a trabajar
en peluquería, lo cual en mi humilde opinión es también una experiencia
educativa, debido a que en esas épocas era el hombre quien trabajaba para
mantener su hogar.